Clases de Yoga en la Comunidad Terapéutica Colina

Personas en trabajo de superar su adicción a drogas, fármacos o alcohol.

Una instancia en que todos lo pasamos bien, ellos y yo. 

Ellos se relajan, entran en otra dimensión muy distinta a la habitual, se calman, se silencian, se contactan con su experiencia interna, se olvidan de los problemas y de los pensamientos que generan tensión, se olvidan de criticarse a ellos mismos, se salen de la corriente del pensamiento y simplemente son testigos de su respiración, de su cuerpo, de los sonidos … Siempre surge algún: “¡genial!” al finalizar la relajación. 

Fuera de la sesión, logran conciliar mejor el sueño, armonizarse durante el día con alguna técnica o actitud mental aprendidas en clase. 

Yo lo paso muy bien con ellos: compartimos un momento muy lindo de conectarnos con nuestro espacio silencioso, armonioso y bello que está dentro nuestro … 

Debo tenerles mucha paciencia, como una parvularia, son como niños difíciles, pero es maravilloso ver cómo se calman, se aquietan, se silencian, y cómo se sorprenden de lo que han sentido y cómo lo agradecen al finalizar el taller.

Gracias al Universo por darme este maravilloso regalo: trabajar en lo que me es más propio e íntimo, trabajar disfrutándolo, que mi trabajo tenga un sentido, que pueda aportar un granito de arena a la disminución del dolor en este mundo y a la conexión de las personas con su paz y gozo interiores.